Un nuevo informe revela retrasos en el acceso a energías básicas y la necesidad de invertir en renovables

Comunicado de Prensa Conjunto

Las carencias persisten: 675 millones de personas no tienen electricidad y 2300 millones usan combustibles nocivos para cocinar

Washington, Nueva York, Ginebra, Abu Dabi, 6 de Junio de 2023 – En un nuevo informe publicado hoy conjuntamente, la Agencia Internacional de Energía, la Agencia Internacional de Energías Renovables, la División de Estadística de las Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud alertan de que el mundo está lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 sobre la energía en 2030.

Este año se cumple la mitad del periodo fijado para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de aquí a 2030. El ODS 7, que consiste en ofrecer a todas las personas energía asequible, segura, sostenible y moderna, incluye dar acceso universal a la electricidad y a la posibilidad de cocinar con combustibles no contaminantes, duplicar los niveles históricos de mejora de la eficiencia y aumentar significativamente la proporción de energías renovables en la combinación energética mundial. La consecución de este objetivo mejorará enormemente la salud y el bienestar de las personas, ayudará a protegerlas de riesgos medioambientales y sociales como la contaminación atmosférica y permitirá ampliar el acceso a la atención y los servicios de salud básicos.

En el informe de seguimiento del ODS 7 (Tracking SDG 7: The Energy Progress Report) correspondiente a 2023 se advierte de que las medidas adoptadas hasta el momento no bastarán para alcanzar a tiempo dicho objetivo. Aunque se ha avanzado en algunos aspectos, como en el aumento del uso de energías renovables en el sector eléctrico, dichos progresos no bastan para alcanzar las metas fijadas en el ODS 7.

Frente a la crisis energética mundial, se deberían potenciar las energías renovables y mejorar la eficiencia energética. Si bien varios países han aplicado políticas que demuestran el aumento de la inversión a este respecto, las estimaciones de la IRENA indican que los flujos internacionales de financiación pública en energías no contaminantes hacia los países de ingresos medianos y bajos han disminuido desde antes de la pandemia de COVID-19 y que los fondos se destinan a un pequeño número de países. Para alcanzar las metas del ODS 7 y asegurarse de que la población se beneficia plenamente de las ventajas socioeconómicas de la transición a las energías sostenibles, se debe reestructurar la financiación pública internacional y buscar nuevas formas de desbloquear la inversión.

Además, el informe señala que la deuda creciente y el aumento de los precios de la energía reducen las posibilidades de lograr el acceso universal a la electricidad y los medios no contaminantes para cocinar. De acuerdo con las previsiones, 1900 millones de personas carecerán de acceso a métodos no contaminantes para cocinar y 660 millones no tendrán acceso a la electricidad en 2030 si no tomamos nuevas medidas y no perseveramos en los esfuerzos actuales.

Estas carencias repercutirán negativamente en la salud de las personas más vulnerables y acelerarán el cambio climático. Según la OMS, 3,2 millones de personas fallecen cada año por enfermedades causadas por el uso de combustibles y tecnologías contaminantes, que aumentan la exposición a niveles tóxicos de contaminantes en el aire de interiores.

Principales conclusiones del informe

  • Si, en 2010, el 84% de la población mundial disponía de electricidad, este porcentaje aumentó hasta el 91% en 2021 (es decir, más de mil millones de personas lograron dicho acceso). Sin embargo, en el bienio 2019-2021 el ritmo de crecimiento fue inferior al de periodos anteriores. Aunque la electrificación de las zonas rurales ha sido determinante, siguen existiendo grandes carencias en las ciudades.
  • Las deficiencias más acusadas se dan en el África subsahariana, que concentra más del 80% de la población mundial sin electricidad (en 2021, 567 millones de personas de la región no disponían de electricidad). Desde 2010 se han registrado pocos progresos en esta región.
  • El mundo aún está lejos de lograr el acceso universal a métodos no contaminantes para cocinar en 2030. Hay 2300 millones de personas que siguen utilizando combustibles y tecnologías contaminantes para cocinar, principalmente en África subsahariana y Asia. Por ejemplo, los hogares pueden dedicar hasta 40 horas a la semana a recoger leña y cocinar con ella, y el uso de esta biomasa tradicional impide que muchas mujeres busquen empleo y participen en los órganos locales de decisión y que los niños vayan a la escuela.
  • Según los cálculos realizados por la OMS en 2019, 3,2 millones de personas fallecen cada año prematuramente debido a la contaminación del aire en los espacios cerrados generada por el uso de combustibles y tecnologías contaminantes para cocinar.
  • La proporción de electricidad de fuentes renovables consumida con respecto al cómputo mundial aumentó del 26,3% en 2019 al 28,2% en 2020, es decir, se logró el mayor aumento anual desde que se empezó a hacer un seguimiento de los progresos hacia los ODS.
  • Los esfuerzos por aumentar la proporción de energías renovables utilizadas para la calefacción y el transporte, que representan más de tres cuartas partes del consumo mundial de energía, no bastan para lograr el objetivo de limitar el calentamiento mundial a 1,5°C.
  • La intensidad energética, que mide la cantidad de energía que le es necesaria a cada país para producir un dólar de producto interior bruto, mejoró un 1,8% por año entre 2010 y 2020, un porcentaje superior al 1,2% registrado en décadas anteriores.
  • Sin embargo, el ritmo de mejora de la intensidad energética se ha ralentizado en los últimos años hasta el punto de que se redujo hasta el 0,6% en 2020, el peor año desde la crisis financiera mundial, si bien pueda tratarse de un retroceso transitorio debido, en gran medida, a las restricciones asociadas a la pandemia. Ahora, las mejoras interanuales hasta 2030 deben ser de un promedio del 3,4% para cumplir la meta 7.3 de los ODS.
  • Los flujos internacionales de financiación pública de las energías no contaminantes en los países en desarrollo ascendieron a 10 800 US$ millones en 2021, una cifra que se sitúa un 35% por debajo de la media de 2010-2019 y corresponde solo al 40% de los 26 400 US$ millones alcanzados en 2017. En 2021, 19 países habían recibido el 80% de los fondos que les habían prometido.

El informe se presentará a importantes responsables políticos en un acto especial que tendrá lugar el 11 de Julio de este año durante el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible, antes de la segunda Cumbre sobre los ODS que está previsto celebrar en Nueva York en Septiembre. Los autores instan a la comunidad internacional y a las instancias decisorias a preservar los logros alcanzados hacia la consecución del ODS 7, a profundizar las reformas estructurales y a seguir centrándose estratégicamente en los países vulnerables que necesitan más ayudas.

Aquí encontrará los cuadros de mando e información adicional.

“Para alcanzar el ODS 7 sin comprometer el logro de las metas relativas al cambio climático es preciso modificar el sistema de cooperación internacional.”

Una vez más, se ha confirmado que las energías renovables son rentables y competitivas. Aunque se ha demostrado la enorme resiliencia de estas energías, gran parte de las zonas más pobres del mundo todavía no disponen de ellas. Para alcanzar el ODS 7 sin comprometer el logro de las metas relativas al cambio climático es preciso modificar el sistema de cooperación internacional a fin de que las instituciones multilaterales de financiación destinen sus flujos financieros más equitativamente en todo el mundo para ayudar a desarrollar las energías renovables y las infraestructuras físicas conexas.

Francesco La Camera
Francesco La Camera Director General de la Agencia Internacional de Energías Renovables